El casco histórico de la Villa de Teguise no es igual que un recinto ferial

La peatonalización del centro urbano de la Villa de Teguise fue en su día un acierto, una herramienta adecuada para agrandar el carácter amable de un lugar como este. Dicho esto, desde hace meses recibimos en esta redacción la recurrente queja de algunos vecinos/as y comerciantes de la localidad sobre el uso inadecuado, creen ellos, de la vía y los espacios públicos para la realización de multitudinarias actividades de ocio por parte de las instituciones.

En el caso concreto de la última edición de la Noche Blanca, no resultaba cómodo para algunos la instalación de varios escenarios a escasos metros de sus viviendas, o esa música atronadora… Aquellas quejas por una jornada de conciertos -que es verdad que fue mayor que en ediciones anteriores- no son exclusivas de un enclave urbano como la Villa de Teguise, porque también se producen en otros pueblos de Canarias y España. Es lo que tiene vivir o trabajar en un pueblo de afortunada arquitectura y conservación.

Sin embargo, el despliegue previo en las calles anexas a la plaza central del pueblo -ramificación de la Plaza de la Mareta ya colonizada- del mayor festival enogastronómico al aire libre de Europa (así lo han calificado desde la organización de Saborea Lanzarote) es, sin duda, harina de otro costal.

No es un recinto ferial

Le parece a algunos vecinos y comerciantes que es preciso encontrar una armonía adecuada entre el cuidado entorno urbano existente y el conglomerado de infraestructuras móviles que no paran de crecer y encontrar encaje en la rúa (pabellones, casetas, baños químicos, haimas…) para la puesta en escena final del magnífico Saborea.

Hace dos semanas que la vecindad y los visitantes tienen una imagen de un casco urbano donde parece que todos están de mudanza, camiones que entran y salen, carpinteros, electricistas que van y vienen, cajas con materiales depositados en la calle, la línea móvil que se cae porque instalar ahora la fibra para los pabellones… En fin, un gran montaje. Considerablemente mayor que en ninguna ocasión previa.

Hay algunas personas de la vecindad que creen que el casco histórico de la Villa de Teguise es uno de los mejor conservados de Canarias. Y creen que no existen casos similares en el archipiélago -pensamos en Vegueta o La Laguna- de tal instalación de estructuras móviles temporales que durante casi un mes alteran y desdibujarán el entorno urbano a los pies de la torre de la Iglesia de Guadalupe. Creen que el casco histórico no debe ser un recinto ferial de lujo.