Los Centros Turísticos restauran y vuelven a instalar la escultura de la Fecundidad
Técnicos y operarios han comenzado la instalación del primer módulo de la Escultura de la Fecundidad, en la Peña de Tajaste, tras los destrozos sufridos por el temporal de viento en abril de 2024. La reproducción, fiel a la original de César Manrique, se erige nuevamente como homenaje a las raíces agrícolas de Lanzarote.
La reconstrucción de esta obra, realizada originalmente con tanques de agua y piezas de barcos en desuso, ha sido posible gracias a un intenso proceso de ensamblaje, pintado y enfibrado llevado a cabo bajo la supervisión de la Fundación César Manrique. El consejero de los Centros de Arte, Cultura y Turismo (CACT), Ángel Vázquez, ha destacado que este proyecto simboliza la recuperación de una de las señas de identidad de la isla.
Vázquez, presente en la Casa Museo del Campesino durante el inicio de los trabajos, ha agradecido el esfuerzo conjunto de las empresas especializadas y los equipos técnicos implicados. “Estamos devolviendo a Lanzarote un icono que rinde homenaje a nuestros hombres y mujeres del campo, en un tiempo récord”, afirmó.
El montaje de la escultura, que alcanza los 15 metros de altura, continuará en las próximas semanas, dependiendo de las condiciones atmosféricas. Los trabajos incluyen la colocación de varios módulos hasta completar el conjunto artístico que, desde su emplazamiento en la Peña de Tajaste, ha sido un símbolo del paisaje y la cultura lanzaroteña.
Contexto: el temporal y los daños
El temporal que azotó Lanzarote en abril pasado provocó el colapso de la estructura original, considerada irreparable debido a los importantes daños sufridos. La obra, concebida por Manrique como un tributo a la tradición agrícola de la isla, se había convertido en uno de los puntos más representativos de la Casa Museo del Campesino.
La Escultura de la Fecundidad representa el legado de un artista que dedicó su obra a la conexión entre el entorno natural y la identidad cultural de Lanzarote. Su restauración no solo restablece un atractivo turístico, sino que reafirma el compromiso insular con la conservación del patrimonio cultural y artístico.
La instalación del nuevo conjunto es un paso más hacia la recuperación de la identidad visual de la isla, en un proceso marcado por la colaboración entre instituciones y el respeto por la obra original.