El Consejo Escolar de Canarias detecta graves carencias en la participación
El Consejo Escolar de Canarias ha presentado un informe que alerta sobre la escasa implicación de familias, alumnado y órganos municipales en la vida escolar. Entre las propuestas para revertir la situación figuran el voto telemático, formación de representantes y más recursos para los centros. La desigualdad social y de género agrava aún más la baja participación.
Coincidiendo con el 40.º aniversario de la creación de los consejos escolares en la Ley Orgánica del Derecho a la Educación (LODE), el Consejo Escolar de Canarias (CEC) ha presentado su nuevo informe titulado “Participación e implicación de la comunidad educativa en Canarias: Realidades y propuestas”. El documento traza un diagnóstico claro: existe un déficit generalizado en la participación educativa en todos los sectores implicados.
Los datos analizados muestran que más del 50% de los municipios canarios carece de consejos escolares municipales activos. Esta situación se acentúa en aquellos con menos de 10.000 habitantes, donde en el 67,39% de los casos estos órganos nunca se han creado o permanecen inactivos.
El informe, elaborado por una comisión específica del CEC con datos de la Evaluación de Diagnóstico de 6.º de Primaria (ACCUEE, 2022), analiza también la escasa implicación del alumnado, la sobrecarga de los equipos directivos y la baja participación familiar, especialmente del padre en contextos de desigualdad social.
La familia y la desigualdad
Uno de los hallazgos más relevantes del estudio es que las familias con menor nivel socioeconómico son las que más acuden a los centros escolares, rompiendo estereotipos. En particular, las madres lideran la participación: en el 60% de los casos se registra un modelo no igualitario de implicación, siendo el 36% exclusivamente materno.
Además, la asistencia al centro escolar está condicionada por el nivel educativo y ocupacional de las familias. Los hogares con mayores recursos tienden a una participación más equilibrada entre ambos progenitores, mientras que en los entornos más vulnerables la responsabilidad recae mayoritariamente en la madre.
El CEC propone fomentar la igualdad de género en la implicación educativa y atender estas desigualdades mediante políticas de apoyo específicas desde los propios centros.
Falta de estructuras activas
El informe subraya que la baja participación también afecta a los consejos escolares de centro. Aunque son obligatorios y cuentan con miles de representantes, la implicación en sus elecciones es escasa. Esta situación se agrava por la falta de credibilidad en estos órganos, una percepción que también comparte el alumnado.
Para revertir esta tendencia, el CEC propone implementar el voto telemático, simplificar los procesos de elección, y dotar a las personas que presiden los órganos de formación y recursos para dinamizar la participación.
En cuanto a los consejos escolares municipales e insulares, el estudio plantea revisar su obligatoriedad en los municipios pequeños, crear un modelo adaptado con financiación garantizada, y establecer su carácter asesor en temas como transporte o comedores escolares.
Participación estudiantil
Solo existen quince asociaciones de estudiantes activas en todo el archipiélago. La mayoría del movimiento estudiantil se concentra en la confederación autonómica Unión de Estudiantes de Canarias (UDECA), lo que evidencia una débil estructura organizativa a nivel local.
El 79% del alumnado considera que debe asumir tareas colectivas y el 77% valora su implicación en el centro, pero muchos dudan de cómo los adultos valoran su participación. Esta falta de reconocimiento, unida a carencias formativas y baja implicación familiar, desmotiva su activismo.
Por ello, el informe sugiere incorporar metodologías participativas desde edades tempranas, facilitar la creación de asociaciones estudiantiles y adaptar la normativa para garantizar la implicación de menores de 14 años.