Ecologistas en Acción denuncia unas obras en el Barranco de Temisa

El colectivo Ecologistas en Acción de Lanzarote se muestra hoy “extremadamente preocupado”, dicen, por el desarrollo de unas obras en el Barranco de Temisa (Haría). Los trabajos vienen promovidos por el Consejo Insular de Aguas. Según el colectivo, este organismo destina 174.000 euros de dinero público al acondicionamiento del cauce del barranco con la finalidad de evitar “inundaciones y reducir el arrastre de sólidos”.

Para el colectivo ecologista, existe un “contrasentido” entre la explicación de los trabajos que ha realizado el consejero insular Andrés Stinga y la finalidad de la obra. Según Ecologistas en Acción, los datos aportados por el consejero señalan que en este barranco existe “excesiva vegetación, muros destruidos y otros elementos”, que provocan el actual mal funcionamiento hídrico del terreno. Entiende así que instalando una solera en el lecho del cauce devuelve al barranco un “funcionamiento evaluado exclusivamente desde la óptica económica”, según opinan desde Ecologistas en Acción.

No es posible defender el barranco eliminando su biodiversidad. Entendemos que este barranco es muy frágil y hay que proteger justo los elementos que le estorban al consejero del Cabildo: la vegetación y los muros caídos”, afirma Elena Solís, portavoz de Ecologistas en Acción de Lanzarote.

Según Solís, “a lo largo de este barranco viven aves paseriformes y diversas rapaces, fundamentalmente por la vegetación que crece, y esta no es excesiva, como parece opinar el Consejero”.

Biodiversidad

Detalla que e este entorno frágil y biodiverso, “le ha costado décadas desarrollar las características necesarias para atraer a un elevado número de aves, como el cernícalo, la lechuza común, la bisbita caminero, la abubilla o el cuervo entre muchas otras. Incluso los halcones Eleonor frecuentan la zona cuando hay escasez de agua en Alegranza. Eliminar esa vegetación pondrá en grave peligro el hábitat de estos animales”, afirma la representante del colectivo.

Para el colectivo ecologista, “cualquier obra proyectada sobre un entorno natural y salvaje que necesite de maquinaria pesada debe contar con el asesoramiento de especialistas que tengan en cuenta todos los factores que puedan alterar el entorno”.

En definitiva, dicen no entender “cómo nadie advirtió a la institución de que eso que ellos ven como excesiva vegetación y muros caídos es lo que ha propiciado la proliferación de vida salvaje y una biodiversidad tan frágil y especial”.

Además han querido recordar que actualmente es época de nidificación y que tras años de sequía ahora las aves tienen la ocasión de reproducirse. “Algunas de ellas, como las paseriformes, construyen sus nidos entre los muros que están caídos”. Insisten en que decir que así se defiende el barranco «no deja de ser un eufemismo ya que las obras dificultan la supervivencia de estas aves”.

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