Alfredo Mendoza es el alcalde que Arrecife necesita, según Armando Santana

“No todos los días uno conoce a alguien que le recuerde por qué vale la pena creer en la política. Yo tuve esa suerte con Alfredo Mendoza durante los dos primeros años de mandato en la anterior legislatura en el Ayuntamiento de Arrecife. Además de amigo, compartimos una coincidencia curiosa: ambos nacimos un 4 de enero.

Quizá por eso entiendo tan bien su manera de ser. Alfredo no es de los que levantan la voz para imponerse; es de los que escuchan, dialogan y buscan entender antes de decidir. Su capacidad de sacrificio por el bien colectivo es imposible de medir, y su coherencia y sentido de la honradez son virtudes cada vez más escasas en estos tiempos convulsos.

Lo que más admiro de él es su calidad humana. Tiene la rara virtud de tratar con el mismo respeto al vecino anónimo que al cargo público más alto. En un momento en el que muchos se dejan llevar por la foto y el titular fácil, Mendoza sigue apostando por el trabajo discreto, ese que no se ve, pero que cambia vidas.

En las últimas elecciones encabezó la candidatura más votada en Arrecife. Recuerdo que esa noche nuestras sedes electorales estaban separadas por apenas tres metros. Cuando se conoció el resultado final, ambos nos abrazamos en la escalera de aquel edificio. Yo estaba convencido de que él sería el alcalde de mi ciudad, lo que en parte aliviaba quedarme fuera del plenario por un puñado de votos.

Ese respaldo ciudadano no fue casual: fue la respuesta a su honestidad y capacidad de gestión. Sin embargo, unas semanas más tarde, pese a ser el candidato más votado, pasó a la oposición después de que las otras dos fuerzas mayoritarias decidieran gobernar juntas. Aunque pueda parecer injusto, esa también es la grandeza de nuestro sistema democrático.

Como político, sé que jamás iré en una lista que él encabece. Pero como vecino de Arrecife, lo votaría sin dudarlo. Porque por encima de las siglas está la responsabilidad de poner mi ciudad en manos de quien sepa cuidarla y respetar cada céntimo de euro público. Este sentimiento también lo puedo aplicar a personas de otros colores políticos totalmente opuestos, como Astrid Pérez (Partido Popular) u Oswaldo Betancort (Coalición Canaria), cuando han demostrado altura de miras y compromiso real con la gente, y lo más importante: dar valor a “la cajita del gofio”.

Cuando se maneja un presupuesto millonario como el de Arrecife, no hay margen para errores ni frivolidades. Administrar fondos públicos es un acto de responsabilidad que debe guiarse por principios, no por improvisaciones o caprichos. Y ahí Alfredo marca la diferencia. Arrecife no necesita más machangadas ni gestores de escaparate incapaces, especialistas en fiestas cada fin de semana. Necesitamos gestión, humanidad, coherencia y diálogo.

En todo eso, Mendoza no solo es un ejemplo: es la oportunidad que Arrecife no debería dejar pasar”.

(Por Armando Santana, consejero del Grupo Mixto en el Cabildo de Lanzarote)

1 respuesta

  1. El Lomo dice:

    ¡ No este personaje, sino para dar consejos al electorado de Arrecife. Que todo negocio que monta, fracasa menos el cobrar de un organismo público ¡. ¡¡ Echadero esta buscando ¡¡.

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