Peligroso desprendimiento a la vía pública en una fachada antigua de Haría
Un desprendimiento parcial de fachada en una vivienda antigua y desocupada obligó este miércoles a una intervención de los equipos de emergencia en el municipio de Haría. El suceso se registró en torno a las 14:44 horas en la calle La Cruz, a la altura del número 4, donde vecinos alertaron de la caída de piedras desde un inmueble en mal estado de conservación.
Hasta el lugar se desplazaron efectivos del Consorcio de Seguridad y Emergencias de Lanzarote, junto a agentes de la Policía Local, que ya habían procedido a balizar la zona para evitar riesgos a los transeúntes. Con ayuda de una autoescala, los bomberos comprobaron que además del desprendimiento de la fachada, parte del techo de la vivienda también había cedido, lo que suponía un peligro añadido.
Tras revisar la estructura, se procedió a retirar piedras y trozos de cantos que permanecían sueltos en la pared, así como a barrer los restos de tierra y materiales acumulados en la vía. Una vez finalizada la limpieza, la intervención se dio por concluida, aunque los técnicos advirtieron de la fragilidad del inmueble.
Según señalaron, la vivienda, construida en piedra y barro, presenta un deterioro avanzado y, de no realizarse reparaciones urgentes, es probable que continúen los desprendimientos, con el consiguiente riesgo para los viandantes y vehículos que circulan por la zona.
Calcinado un contenedor de oficina
Por otro lado, un incendio declarado en la madrugada de este jueves en Playa Blanca, en el municipio de Yaiza, movilizó a los equipos de emergencia ante la alerta de un posible fuego en una nave industrial. El aviso se recibió a las 04:11 horas a través del Centro Coordinador de Emergencias y Seguridad (CECOES).
De inmediato se desplazaron hasta la zona dotaciones del Consorcio de Seguridad y Emergencias de Lanzarote, junto a la Policía Local de Yaiza y agentes de la Guardia Civil. Al llegar al lugar, ubicado detrás del supermercado LIDL, los bomberos comprobaron que el incendio no afectaba directamente a la nave, sino a un contenedor habilitado como oficina situado en las inmediaciones.
Las llamas consumieron parte del material en su interior, aunque gracias a la rápida intervención de los efectivos el fuego quedó controlado en pocos minutos. Para sofocarlo se utilizó agua pulverizada, además de realizar posteriormente tareas de ventilación para eliminar el humo acumulado en el contenedor.
Una vez extinguido el incendio y tras asegurar la zona, el servicio quedó concluido sin que se registraran heridos ni daños estructurales en la nave colindante.
