Nueva Canarias de Arrecife reclama un mayor control en las obras públicas
El Comité Local de Nueva Canarias-Bloque Canarista (NC-BC) en Arrecife ha reiterado la necesidad de mejorar el control de calidad en la ejecución de las obras públicas de la capital. La formación política ha puesto el foco en las recientes lluvias que han evidenciado problemas en el asfaltado y alcantarillado de la ciudad, provocando inundaciones y socavones en varias calles, según han explicado en un comunicado.
Sheila Guillén, portavoz de NC-BC en Arrecife, ha manifestado que “el urbanismo de la capital está tensionado y carece de adaptación para mitigar los efectos de las lluvias”. En su opinión, los fallos estructurales en las vías han generado riesgos para la seguridad ciudadana, ya que “no está preparado ni para precipitaciones moderadas”. Además, ha alertado sobre la presencia de desniveles que facilitan la acumulación de agua, afectando locales y viviendas.
Desde la organización canarista han subrayado la falta de drenaje adecuado en Arrecife, agravada por la escasez de zonas verdes y espacios de absorción de agua. Según NC-BC, la ausencia de canalizaciones eficientes impide que el agua de lluvia fluya correctamente hacia el mar, generando embalsamientos y problemas estructurales en diversos puntos de la ciudad.
Ante esta situación, el partido ha propuesto una reordenación del diseño urbano que tenga en cuenta la realidad climática actual y futura, con medidas que mitiguen los efectos de las lluvias intensas y las olas de calor.
Exigencia de mayor control en las obras públicas
NC-BC ha solicitado que se refuercen los estándares de control de calidad en la ejecución de las obras públicas, ya que consideran que muchas de las infraestructuras recientes han mostrado deficiencias prematuras. “Las administraciones deben ser más exigentes en la supervisión de los proyectos y garantizar que las obras se realicen con materiales y diseños adecuados a la realidad climática de la isla”, ha declarado Guillén.
La portavoz ha insistido en que los fenómenos meteorológicos extremos serán cada vez más frecuentes, lo que obliga a las instituciones a tomar medidas preventivas. “No podemos seguir reaccionando solo cuando se producen problemas, es necesario anticiparse y construir una ciudad resiliente y adaptada a los retos ambientales”, ha concluido