Canarias reclama en la UE unos límites a la compra de vivienda por no residentes

El viceconsejero del Gabinete del Presidente, Octavio Caraballo, ha trasladado a la Comisión de Islas de la Unión Europea la creciente preocupación del Gobierno de Canarias por la falta de una estrategia “valiente y adaptada” para responder a los problemas que afectan de manera estructural a los territorios insulares, especialmente en materia de vivienda.

Durante su intervención en Barcelona, en el marco de la Asamblea General de la Conferencia de Regiones Periféricas y Marítimas (CRPM), Caraballo insistió en que Canarias necesita que la UE reconozca el derecho de sus residentes a acceder a una vivienda digna. Recordó que el Ejecutivo autonómico mantiene su apuesta por establecer límites a la compra de vivienda por parte de no residentes, una medida que considera imprescindible para frenar la tensión del mercado inmobiliario.

El viceconsejero alertó de que la compra masiva de viviendas por extranjeros, sumada al auge del alquiler vacacional de corta duración, está reduciendo la oferta destinada a residencia habitual, elevando los precios y comprometiendo la sostenibilidad social del archipiélago. “Estas dinámicas requieren un marco normativo específico que proteja a la población local y garantice un equilibrio real entre economía, cohesión social y derecho a la vivienda”, afirmó.

En ese contexto, reclamó que las regiones insulares -especialmente las RUP- participen de forma prioritaria en la elaboración de la Estrategia de Turismo Sostenible europea, con un enfoque que no ignore los efectos de la insularidad ni el riesgo de expulsión de la población residente por la presión turística o el encarecimiento del coste de vida.

Caraballo defendió que la UE debe adaptar sus políticas -de cohesión, turismo, transporte o energía- a la realidad de cada territorio, y recordó que “una Europa más justa no es posible sin reconocer las singularidades de las islas”. Reivindicó además el papel de los archipiélagos como espacios de innovación, sostenibilidad y transición ecológica, y apostó por que las islas pasen “de ser periferia a liderar soluciones” para el conjunto de la Unión.

El viceconsejero planteó la creación de una plataforma permanente de intercambio de buenas prácticas entre regiones insulares, una iniciativa que reforzaría el trabajo que ya desarrolla la CRPM. “La insularidad no es solo un desafío; también es un laboratorio. Lo que hagamos bien en Canarias puede servir de referencia para toda Europa”, subrayó.

Caraballo pidió que Europa trate a las islas “con justicia”, respete su singularidad y mantenga la solidaridad como principio irrenunciable. “Las islas no somos un pie de página. Somos frontera viva, laboratorio de futuro y recordatorio de que la cohesión debe ser un deber moral y político”, afirmó, antes de reclamar una Europa que convierta “la periferia en vanguardia”.

En su intervención también criticó el Marco Financiero Plurianual 2028-2034 propuesto por la Comisión Europea, alineándose con las advertencias del presidente canario, Fernando Clavijo. Consideró “muy preocupante” que la propuesta recentralice fondos y pueda dejar en el aire los 4.600 millones que recibe Canarias en cada periodo presupuestario. Reivindicó por ello la aplicación de los artículos 174 y 349 del Tratado de Funcionamiento de la UE, que reconocen las especificidades de los territorios ultraperiféricos.

La Comisión de Islas, presidida por Marie Antoinette Maupertius y de la que Fernando Clavijo es vicepresidente, representa a 23 regiones de distintos mares y océanos, con una población conjunta de unos 15 millones de personas.

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