El Campesino añade imaginación a la mejor cocina tradicional
Estar en las entrañas culinarias de una de las más exitosas referencias gastronómicas de la oferta lanzaroteña, la que encontramos en las cocinas del Restaurante Monumento al Campesino, es una experiencia de aromas y calidad en la que se sumergen los profesionales que a diario serpentean entre las cacerolas y fuegos de esta ajetreada fábrica de sabores instalada en uno de los principales Centros de Arte, Cultura y Turismo del Cabildo de Lanzarote, ideado por César Manrique.
Las buenas condiciones de tratamiento y conservación de los alimentos en este amplio espacio de trabajo es uno de los primeros asuntos que se vienen a la mente de cualquier neófito, poco acostumbrado a visitar una cocina donde a diario se sirven cientos de platos. Luis, uno de los responsables del servicio de restauración del Centro, nos recordaba que, sean grupos o eventos, todos los días “hay meneo” en este Restaurante. Así que cuentan con unos medios adecuados para el volumen de trabajo y oferta que presentan, nos explican.
Además del cuidado escenario, y mientras atravesamos el pasillo donde preparan las tablas de quesos y gofios, el chef Samuel nos desgrana algunas de las líneas que inspiran su cocina eminentemente canaria. “Trabajamos con productos de calidad, eso por descontado; porque queremos ofrecer la esencia de la comida de siempre y, sobre todo, queremos ofrecer los productos de la Isla, que presentamos en los platos bajo distintas elaboraciones adaptadas a las técnicas actuales”, comenta.
Por las manos de los cocineros del Monumento al Campesino pasa la responsabilidad de acercar a la mesa de quienes visitan el Centro las características principales de la gastronomía local. “No contamos con una carta amplia”, aclara Samuel, “porque centramos la oferta lanzaroteña, pero siempre introducimos nuevos platos”. De hecho, en esta relación de una veintena de elaboraciones, entre los que destacan el sancocho de cherne, la corvina en mojo, el salpicón y el cochino (lechón) o conejo confitado, estos días además introducen los arroces caldosos y los fideos. “Preparamos también un arroz que, entre otras cosas, lleva conejo, papas y lo finalizamos con plátano, que también ponemos”, detalla Samuel mientras nos relata algunas de las exquisitas comidas que vertebran la carta.
En las ejecuciones del Restaurante intervienen profesionales jóvenes que se suman a un legado y experiencia de muchos años. Nos recuerdan que las propuestas gastronómicas del Campesino son herederas de décadas de servicio. Así que los profesionales que allí trabajan tienen claro que la fórmula funciona, a lo que añaden nuevas elaboraciones que suman atractivo al producto, a la presentación, pero manteniendo los sabores de siempre.
Los cocineros mantienen la confianza de saber que trabajan en un entorno monumental, donde sus platos sirven además para aliñar la excelente experiencia que viven los comensales que se acercan a este emblemático espacio dedicado a los agricultores lanzaroteños, y deciden adentrarse en una de las cocinas más trabajadas de la geografía insular. Son decenas los españoles que se decantan anualmente por este Centro como lugar de sus celebraciones (bodas, congresos, graduaciones…).
Sólo un apunte más: los sobresalientes postres. Pero eso exige un nuevo artículo, que seguro que les endulzará el día.