Zapata y Martín supervisan la reparación de los conos volcánicos más degradados
Los trabajos de recuperación ambiental que se desarrollan en el Parque Natural de Los Volcanes, financiados con 968.727 euros procedentes de los fondos Next Generation, avanzan según lo previsto y podrían concluir durante el primer trimestre de 2026, tal y como confirmaron este jueves las autoridades insulares y autonómicas.
El consejero de Transición Ecológica y Energía del Gobierno de Canarias, Mariano H. Zapata, y el consejero de Medio Ambiente del Cabildo de Lanzarote, Samuel Martín, realizaron una visita técnica a las distintas zonas de actuación para comprobar sobre el terreno el estado de las obras, centradas en la restauración de varios conos volcánicos y áreas degradadas del espacio protegido.
Zapata destacó que el objetivo principal del proyecto es revertir el deterioro causado por la actividad humana y reforzar la conservación de un entorno único en el archipiélago. “Lo que buscamos es devolver a la naturaleza su equilibrio y asegurar que el patrimonio volcánico de Lanzarote se mantenga en buen estado durante las próximas generaciones”, señaló. Añadió además que el desarrollo de los trabajos “marcha a buen ritmo” y que las previsiones apuntan a su finalización a comienzos de 2026.
Por su parte, Martín subrayó la relevancia ambiental de la iniciativa, calificándola como “una intervención esencial para garantizar la protección de uno de los espacios naturales más emblemáticos de la isla”. El responsable insular recordó que el Cabildo trabaja “en coordinación permanente con el Gobierno de Canarias para que cada paso se dé con el máximo rigor técnico y respetando plenamente los valores geológicos y paisajísticos del Parque Natural de Los Volcanes”.
Un proyecto integral de recuperación ambiental
La intervención abarca una superficie aproximada de 465 hectáreas y se centra en la restauración de hábitats vulnerables o en estado de conservación desfavorable. Entre las actuaciones más relevantes se incluyen: Limpieza y recuperación de zonas degradadas. Eliminación de senderos y accesos no autorizados, generados por el tránsito incontrolado. Instalación de barreras disuasorias y cartelería informativa para proteger áreas sensibles. Corrección de perfiles alterados por la intervención humana, devolviendo al terreno su morfología original. Control de especies exóticas invasoras y restauración vegetal con especies autóctonas.
Los trabajos se distribuyen en varios enclaves de alto valor geológico dentro del Parque Natural, como la Caldera de El Cuervo, el aparcamiento de El Cuervo, la carretera LZ-56 y Montaña Colorada, todos ellos especialmente sensibles por su atractivo paisajístico y la elevada afluencia de visitantes.
La restauración de estos espacios forma parte de un programa más amplio de conservación del patrimonio natural lanzaroteño, cuyo objetivo es ordenar el uso público, reducir impactos y reforzar la resiliencia ecológica de ecosistemas únicos nacidos de las erupciones históricas de Timanfaya.
