La Roseta camina hacia su protección como patrimonio cultural inmaterial

El Cabildo de Lanzarote se ha reunido con artesanas dedicadas al trenzado de la Roseta, una de las manifestaciones más emblemáticas del arte textil tradicional canario. El presidente insular, Oswaldo Betancort, y la consejera de Artesanía, Aroa Revelo, han mantenido un encuentro con estas mujeres creadoras para abordar los avances en la tramitación de la declaración de la Roseta como Bien de Interés Cultural (BIC) Inmaterial.

Durante la reunión, celebrada esta semana, se ha reafirmado el respaldo institucional a un oficio que ha atravesado generaciones y que hoy se encuentra en riesgo de desaparición. Betancort ha trasladado personalmente a las artesanas el compromiso del Cabildo con el expediente impulsado junto al Gobierno de Canarias, comprometiéndose a reforzar la colaboración entre administraciones para garantizar que la Roseta cuente con la protección legal y cultural que merece.

La cita, desarrollada en un ambiente de respeto y valoración por el conocimiento heredado, ha servido también como espacio para compartir propuestas e inquietudes. Las artesanas han expuesto las dificultades que enfrentan para transmitir su saber a nuevas generaciones, destacando la necesidad de formación, visibilidad y apoyo logístico para continuar con una tradición que define parte de la identidad insular.

Acciones para garantizar el futuro del oficio

Desde el área de Artesanía, la consejera Aroa Revelo ha anunciado nuevas líneas de trabajo orientadas a preservar y revitalizar esta expresión cultural. Entre las medidas anunciadas se encuentran programas de formación específica, mejora de los espacios para exhibición en ferias y acciones de promoción para poner en valor los oficios artesanales.

«Nos tomamos muy en serio la tarea de proteger lo que nos define como pueblo», ha afirmado Revelo, subrayando la importancia de mantener vivas las tradiciones en un contexto globalizado que tiende a homogeneizar las culturas.

La Roseta ha sido durante décadas una fuente de ingresos para muchas familias en Lanzarote y La Graciosa, a pesar de que estas labores han sido históricamente invisibilizadas. Actualmente, forma parte del listado oficial de oficios en peligro de extinción en Canarias.

La práctica, que consiste en la creación de motivos decorativos mediante el trenzado manual de hilos, destaca por su complejidad técnica y belleza estética. Aunque el número de mujeres que continúan con esta labor se ha reducido, en comunidades como Haría el oficio mantiene una presencia activa gracias a la dedicación de artesanas que lo han heredado de sus madres y abuelas.

Llamada a la implicación colectiva

El Cabildo de Lanzarote ha reiterado su invitación a entidades públicas y privadas para colaborar en la puesta en valor de los productos hechos a mano, reconociendo su importancia no solo cultural, sino también económica y social.

Con iniciativas como esta, la institución insular pretende revertir el abandono de los oficios tradicionales y fomentar el arraigo cultural entre los jóvenes, asegurando que formas de expresión como la Roseta continúen vivas en el imaginario y en la vida cotidiana de las islas.

La declaración como Bien de Interés Cultural Inmaterial marcaría un hito en la defensa del legado artesanal de Lanzarote, reconociendo oficialmente el valor de un trabajo minucioso que durante años ha sido transmitido de forma oral y que hoy busca mantenerse vigente frente a los retos del presente.

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