Veteranos y noveles se unen en una histórica partida de pelotamano

La cancha improvisada de Tiagua volvió a ser escenario de la histórica partida de pelotamano de las fiestas del Socorro, que este año celebró su edición número 47. Durante la tarde del sábado 6 de septiembre, jugadores veteranos, jóvenes y debutantes se reunieron con un mismo propósito: mantener viva una tradición que forma parte de la identidad deportiva y cultural de Lanzarote.

El encuentro reunió a participantes de distintos pueblos, principalmente de Tiagua y Soo, donde la práctica se conserva con mayor arraigo. Entre los asistentes destacó la presencia de José Cáceres, octogenario de Soo y uno de los protagonistas de la primera partida del Socorro en 1978. Cáceres, junto a otros veteranos, ejerció de hombre bueno, figura clave en este juego que carece de árbitros y se basa en el respeto a la decisión de estos referentes.

La edición de este año sumó una novedad significativa: la participación de jugadores del norte de la isla. Desde Haría acudió Darío Hernández R., profesor de educación física que no solo fabrica los tradicionales botes necesarios para la práctica, sino que también ha llevado el juego a sus alumnos en el instituto. Su historia familiar sorprendió a muchos: de niño veía pelotas en la casa de sus abuelos sin saber a qué se destinaban, hasta descubrir ahora que formaban parte de la tradición del pelotamano.

Los recuerdos también trasladaron a la afición a épocas anteriores a la Guerra Civil, cuando el juego estaba extendido por toda Lanzarote. Testimonios recogidos en Tiagua evocaron la costumbre de que los jugadores de Haría viajaban en camello hasta Mancha Blanca durante las fiestas de Los Dolores para disputar partidas con jugadores de otros municipios.

Nuevas incorporaciones y recuerdos

Otra de las protagonistas fue Inma, que participó pese a conocer poco el juego. Su disposición a aprender y a integrarse fue celebrada por los organizadores como un ejemplo necesario para garantizar la continuidad de la práctica. El papel de la mujer también salió a relucir en los comentarios de los veteranos, que recordaron cómo, en tiempos pasados, ellas no participaban directamente en el juego, aunque sí padecían las ausencias de maridos o novios absorbidos por la afición.

La partida, que se prolongó durante unos 90 minutos, tuvo un marcado carácter pedagógico. Se hicieron explicaciones a los nuevos jugadores y se corrigieron errores para mejorar de cara a futuras ediciones. Finalmente, el combinado A se impuso por un chico a cero, aunque el resultado pasó a un segundo plano frente al objetivo principal: recuperar el valor cultural y deportivo de la pelotamano.

(Imagen de la escultura dedicada a la pelotamano que hay en el pueblo de Soo)

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.plugin cookies

ACEPTAR
Aviso de cookies