Vecinos de Playa Quemada denuncian “caos y falta de control” en el pueblo
La convivencia en Playa Quemada, un enclave costero del municipio de Yaiza conocido por su tranquilidad y su uso familiar, se ha visto alterada por una situación que sus propios residentes califican de “incontrolada”. Vecinos y vecinas han denunciado públicamente la entrada constante de vehículos hasta la orilla del mar, la ausencia de vigilancia y la falta de respuesta efectiva por parte de las administraciones responsables.
Según han relatado los residentes en una carta enviada a este medio, la situación se ha agravado desde que se retiraron las piedras de grandes dimensiones que impedían el paso de coches por la rampa de tierra que conduce directamente a la playa. Estas piedras, colocadas el año pasado por el Ayuntamiento de Yaiza, fueron retiradas para permitir el avance de las obras del muro del frente marítimo.

Desde entonces, numerosos vehículos han vuelto a invadir el espacio costero, muchos de ellos para descargar barcos, motos de agua y remolques directamente en la arena. El acceso libre ha provocado incidentes que afectan de manera directa a menores, familias y usuarios habituales de la playa, quienes se ven obligados a apartarse para evitar accidentes.
“Peligro, intimidación y desprotección vecinal”
Los vecinos han asegurado que varios conductores acceden al espacio bajo los efectos del alcohol o sustancias, y que muchos abandonan sus embarcaciones en la orilla tras realizar maniobras peligrosas. “Las familias se han visto intimidadas y desplazadas de su propio espacio, mientras las autoridades no actúan”, señalan en su denuncia.
Además del riesgo físico, también apuntan a una sensación de abandono institucional. Según explican, la Policía Local suele ignorar las llamadas de aviso, el Ayuntamiento de Yaiza traslada la responsabilidad a la Demarcación de Costas, y desde Costas derivan el asunto a la Guardia Civil. “Quedamos atrapados entre administraciones”, afirman.
La falta de coordinación entre cuerpos y niveles de gobierno ha sido uno de los elementos más criticados por quienes viven en la zona o la frecuentan con regularidad. A pesar de las advertencias ya formuladas por fuerzas políticas como Coalición Canaria -que el pasado 24 de julio de 2024 advirtió sobre el uso “incontrolado” de Playa Quemada como varadero-, no se ha producido, según los denunciantes, ninguna intervención eficaz.
Propuestas vecinales
Ante la pasividad institucional, los residentes han solicitado medidas concretas que permitan restituir la seguridad y el uso adecuado del espacio público. Entre sus propuestas se encuentran: La instalación urgente de una barrera física o el retorno de las piedras que antes bloqueaban el acceso de vehículos. Un refuerzo de la vigilancia, tanto por parte de la Policía Local como de la Guardia Civil, especialmente los fines de semana. La incorporación de una solución definitiva en el marco de las obras en curso del frente marítimo.
Aseguran que no desean que la situación derive en una desgracia para que se tomen medidas. “Exigimos una Playa Quemada segura, como lo merece una playa pública destinada a la convivencia familiar y turística”, reclaman en el escrito firmado por la vecina Ana Victoria Pérez Quintana.
Una playa familiar que reclama protección
Playa Quemada es un núcleo de gran valor paisajístico en el litoral sur de Lanzarote, caracterizado por su cala tranquila y su uso habitual por familias, visitantes y amantes de la naturaleza. El espacio, sin embargo, no cuenta con dispositivos efectivos de control que garanticen un uso responsable del litoral.
A medida que avanza el verano y aumentan las visitas a zonas costeras, los residentes temen que el problema se intensifique. “No podemos esperar a que pase algo grave. La playa no es un aparcamiento”, afirman.