Se cumplen 30 años de la muerte de César Manrique en accidente de tráfico
Hoy domingo, día 25 de septiembre de 2022, se cumplen treinta años desde la muerte de César Manrique (1919-1992) al sufrir un fatídico accidente de tráfico en Tahíche, cerca del Taro, actual sede de la Fundación que lleva su nombre.
Ante un artista de la talla y legado de César Manrique, es obvio que su pérdida ha sido recordad esta domingo por instituciones y lanzaroteños/as. Hoy lo hacía, por ejemplo, la presidenta del Cabildo de Lanzarote, María Dolores Corujo, quien ha subrayado que “su discurso cobra actualmente mayor vigencia aún para un mundo en permanente conflicto y un planeta que se enfrenta a la amenaza que supone el cambio climático”, ha apuntado Corujo. “Más que nunca son necesarias figuras como César Manrique, un hombre que empleó el diálogo como medio para el encuentro e hizo del arte una forma brillante de expresar su profundo amor por la naturaleza”.
La presidenta de la Primera Institución ha querido destacar también “la capacidad de Manrique para ver con otros ojos”, y “su entusiasmo y liderazgo para transformar el paisaje de esta isla y el pensamiento de toda una generación de lanzaroteños y lanzaroteñas que descubrió el territorio en el que había nacido a través de su mirada”.
Un discurso muy actual
El polifasético artista lanzaroteño dejó un legado inspitado en la naturaleza, y transformó para siempre el modelo de desarrollo socio-económico pretendido por Lanzarote, poniendo el acento en el necesario cuidado del paisaje para mantener una oferta turística de calidad.
Hoy, más que nunca, algunas de sus frases resultan muy vigentes. Unos ejemplos: “Me interesa el progreso como bondad y honestidad. Lo que condena y enriquece a un pueblo es la cultura, un pueblo sin cultura está condenado a la ruina”. “Hay que tener el talento de saber vivir, el arte de vivir”. “La gente dice que Lanzarote solo era camellos y piedras, y que era la isla más fea del archipiélago; hemos demostrado a todo el mundo que no fue así”. “Toda la influencia que tengo es mi de la profunda observación de la naturaleza, la enorme belleza de una piedra o un campesino arando la tierra”.
