Las bodegas se preparan para bendecir y probar el nuevo vino, escaso esta vez
En los días previos a la celebración de San Andrés (30 de noviembre), se abren tradicionalmente las bodegas para probar y bendecir el vino nuevo, un caldo que esta campaña se presentará escaso y, previsiblemente, con las similares características de calidad propias de la uva conejera.
Ya hace más de tres meses que arrancó en Lanzarote la vendimia, con lo que no son pocos los bodegueros -profesionales y aficionados- que ya tienen en sus tanques el vino para probar. En unos días conoceremos las cifras oficiales de una vendimia en la que, según las previsiones del Consejo Regulador de la Denominación de Origen del Vino durante el verano, se estimaba que se acercarían a los 700.000 kilos de uva.
Las malas condiciones climáticas de los últimos meses hacen que este año la cantidad de uva recogida se sitúe en cifras sensiblemente menores a la arrojadas en pasados ejercicios, y no alcanzará ni un tercio de los sobresalientes tres millones de kilos obtenidos en la última cosecha.
San Andrés ha acabado inevitablemente asociándose al vino. Tanto es así que muchas explicaciones populares del origen de las tradiciones de la fiesta parten de borracheras del Santo.
Vaya tontería. ¿ Que tiene que ver los vinos de Tenerife con los de Lanzarote ?. Aquí la vendimia es mucho más temprano y para San Andrés, el vino está más que probado.
Eso que por San Andrés se abren las bodegas en Lanzarote, es solo una necedad de personas que desconocen nuestras tradiciones