La CEAR denuncia el retorno de inmigrantes malienses a través de Mauritania

Al igual que hiciera hace unas semanas otra ONG española, la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR) ha emitido un comunicado donde cuestiona la aplicación del convenio firmado entre España y Mauritania en 2003 en materia de inmigración.

Desde la CEAR consideran que este acuerdo “está sirviendo de amparo al Ministerio del Interior para proceder a la devolución, en más de una ocasión, de personas de Malí al país mauritano”.

Explican que para poder aplicar este convenio y ejecutar la expulsión, la administración española “debe acreditar que las personas afectadas durante su tránsito migratorio pasaron en algún momento por Mauritania”. Esta información se suele obtener en las declaraciones de las personas al llegar a España o en las entrevistas que realizan desde Frontex.

Reiteran desde la CEAR que es conocida la situación de inseguridad y conflicto que vive Malí, de tal manera que, según dicen, “se ha ido degradando la convivencia y extendiéndose desde el norte hasta el sur, haciendo que miles de personas se desplacen de sus lugares de origen”.

Desde la CEAR afirman y advierten que en agosto pasado ACNUR emitía nuevas directrices de protección que afectaban a buena parte de Mali: “La continua inseguridad ha debilitado la autoridad de las instituciones estatales en algunas partes del país, particularmente en las regiones norte y central. Civiles, políticos, funcionarios públicos y fuerzas de seguridad están siendo objeto de ataques y asesinatos”, rezaba el comunicado.

Expulsiones desde Mauritania

La Comisión Española de Ayuda al Refugiado reconoce también que es cierto que España no está procediendo a expulsar a ciudadanos malienses a su país. Pero matizan que “el hecho de que Mauritania sí lo esté haciendo con los repatriados desde territorio español, compromete la seguridad de estas personas al ser devueltos a un país en conflicto”.

Según una nota de la Agencia Mauritana de Información fechada el día 21 de enero, “las autoridades españolas fueron conscientes de la expulsión de estas personas a Malí desde Nouadibou”. Según la nota, personas del Mecanismo de Protección Contra la Tortura de Mauritania y España supervisaron dicha deportación. En las dos últimas semanas ha habido dos vuelos con escala en Canarias que han acabado con más de un centenar de personas, la mayoría malienses, deportados”, según argumenta la CEAR.

Desde la Comisión Española de Ayuda al Refugiado entienden que “las personas, en ningún caso, deben ser expulsadas o devueltas a situaciones donde su vida o su libertad estén bajo amenaza. Y, aunque hayan tenido la oportunidad de solicitar protección internacional y no lo hayan hecho, no se puede poner sus vidas en riesgo con una deportación a un país tercero a sabiendas de que su destino final será un país en conflicto”, concluyen.

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