Juan Brito es homenajeado en Jumilla, donde fue acogido durante su juventud
Juan Brito Martín, Hijo Predilecto de Lanzarote, fue homenajeado hace unos días en un acto de «hermanamiento» presidido por la alcaldesa de la localidad murciana de Jumilla, Juana Guardiola Verdú.
Brito regresó así a Jumilla después de 77 años, ya que en 1939, al finalizar la guerra civil española, permaneció allí unos tres o cuatro meses acogido por una familia jumillana. En este acto homenaje, el veterano lanzaroteño ofreció además una conferencia sobre sus recuerdos, titulada ‘Jumilla en mi Memoria 1939-2016’, con proyección de imágenes también de la isla de Lanzarote.
Durante el acto, la alcaldesa hizo entrega de varios presentes, que fueron entregados este martes al presidente del Cabildo de Lanzarote, Pedro San Ginés, quien agradeció en nombre de la Corporación insular los mismos, así como el recibimiento ofrecido al Hijo Predilecto de Lanzarote para recordar el paso de éste por su municipio.
Durante su tiempo como militar
Juan Brito Martín es Hijo Predilecto de Lanzarote y Medalla de Oro de Canarias. Brito recordaba con cariño su experiencia con esta familia con la que convivió unos meses y le acogieron, según afirmó, “como un hijo más de los 9 pequeños que tuvo doña Isabel”, cuando apenas tenía 19 años y al acabar la guerra “me alimentaron muy bien, me cuidaron y les debo parte de mi vida”.
Con 17 años de edad su padre le afilió al servicio militar y fue entonces cuando estuvo en África y posteriormente fue trasladado a Bilbao, entre otros lugares de la península.
Juan Brito narra que en esta comarca murciana, recibieron un bando militar por el que tuvieron que “recuperar todas las armas de fuego y armas blancas grandes” que se encontrasen por los pueblos y fue entonces cuando siguiendo a un “rebaño de cabras” cuando se encontró con unas cuevas y con Isabel (de nombre igual que su madre), una niña pastora de unos doce años y a su familia que le acogió en el paraje del Pino Doncel de Jumilla y donde permaneció con ellos durante unos meses.
Brito también recordaba cómo en sus tiempos de milicia «asaltó» el símbolo de la ciudad de Jumilla, el Castillo, por uno de sus laterales. Hoy, 77 años después, la propia alcaldesa del municipio le hizo entrega de una maqueta de este Castillo y una cerámica tradicional, entre otros obsequios, para que le fueran entregados al presidente como símbolo de este hermanamiento entre dos pueblos, unidos por dos familias: Brito Martín y Martínez Lozano.
Con el mismos respeto, al sr. Brito, lo están utilizando hasta para las campañas electorales, qué fuerte.
Con todo mi respeto, al Sr Brito. Creo que todo esto se ha echado fuera del tiesto.