El Sindicato de Estudiantes prepara huelga “antifascista” para el mes de marzo

Desde el Sindicato de Estudiantes consideran que «la única manera de frenar a la extrema derecha es con la movilización masiva».

Así lo señalan en un comunicado donde llaman a la juventud de todo el Estado a la huelga general “estudiantil, feminista, antifascista y antirracista” el próximo 6 de marzo. Esta convocatoria ha provocado todo tipo de reacciones en las redes sociales, incluyendo insultos por parte de algunos hacia los convocantes.

Advierten desde el Sindicato de Estudiantes que el llamado “pin parental” que VOX, PP y CS ya han aprobado en Murcia, pretende implantarse en Madrid y Andalucía para extenderlo luego al resto del Estado, según sostienen; algo que consideran “una brutal agresión”.

Bajo el “pin parental” estiman que se esconde “el intento de excluir de la educación cualquier actividad o iniciativa que denuncie la violencia machista y la cultura de la violación, o que defienda los derechos del colectivo LGTBI y de los cientos de miles de estudiantes de familias inmigrantes que sufren el racismo institucional y social”. Y creen que también se perseguirá a aquellos profesores que más se destaquen en la defensa de estos derechos fundamentales.

Defienden en sus argumentos para la convocatoria de huelga que “con la excusa de garantizar la libertad de los padres, quieren obligar a los centros de estudio a tener una autorización expresa de los progenitores para que se puedan hacer las actividades que la extrema derecha considera “controvertidas” de acuerdo a su ideal totalitario y machista (…). Nos quieren amordazar imponiéndonos el mensaje fascista y embrutecedor que nuestros padres y abuelos tuvieron que soportar durante 40 años de dictadura”, critican en el Sindicato de Estudiantes.

Apoyo desde CCOO

Por otro lado, desde Comisiones Obreras (CCOO) se solidarizan con esta convocatoria de huelga programada para el 6 de marzo, “en contra”, según la central sindical, “de la censura educativa que intenta imponer la ultraderecha en un discurso que consideran “brutal y que niega las violencias hacia las mujeres y que propone eliminar los contenidos educativos que marca la ley sobre igualdad y diversidad afectivo-sexual”.

Tanto unos como otros estiman los argumentos defendidos desde la derecha como “una guerra contra la educación pública y sus trabajadores y trabajadoras, a favor del adoctrinamiento, la ignorancia y la sumisión del alumnado”, anotan en su denuncia sindical.