El SCS prioriza la atención primaria y la reducción de listas de espera
El Gobierno de Canarias ha presentado el proyecto de Presupuestos Generales para el Servicio Canario de la Salud (SCS) en 2025, con un incremento del 5,04 % que sitúa la cifra total en 4.598 millones de euros. La consejera de Sanidad, Esther Monzón, explicó que la prioridad será reforzar la atención a la salud de la población, con un enfoque especial en Atención Primaria, la reducción de listas de espera y la mejora de infraestructuras sanitarias en todo el archipiélago.
El presupuesto de Sanidad se estructurará en cinco ejes estratégicos. El primero de ellos es la mejora de las políticas de Recursos Humanos, con una inversión adicional de 141,5 millones de euros que permitirá un aumento del 18 % en este ámbito. Monzón subrayó que este incremento será crucial para el desarrollo de programas de formación y la contratación de personal en diversas especialidades.
Otra línea de acción destacada es la potenciación de la Atención Primaria, con 88,2 millones de euros adicionales para consolidar la Estrategia +AP, que fortalecerá el acceso a servicios de medicina familiar, pediatría, psicología clínica, entre otros. En el ámbito hospitalario, el presupuesto incluye una partida específica para reducir las listas de espera mediante un refuerzo en la Cirugía Mayor Ambulatoria (CMA) y en el Plan Activa Canarias, que contará con 26 millones de euros adicionales.
Refuerzo en Salud Pública e infraestructuras
Asimismo, se destinarán fondos para programas de Salud Pública orientados a la prevención y promoción de la salud, con un presupuesto de 37,5 millones de euros, y para la lucha contra las adicciones, que contará con 14,4 millones de euros. El incremento de 32,5 % en el capítulo de inversiones permitirá realizar mejoras en infraestructuras sanitarias en todas las islas, con un enfoque particular en la renovación y equipamiento de centros de salud.
Estas medidas se complementarán con programas específicos para la vigilancia epidemiológica, el refuerzo de la atención psicológica en los centros de salud y un impulso a la investigación sanitaria, consolidando un modelo de sanidad pública que prioriza la atención cercana a la población y la mejora de los recursos humanos en un contexto de creciente demanda.