Dos años después del primer decreto de Estado de Alarma por la Covid-19
Este lunes, día 14 de marzo de 2022, se cumplen dos años desde que entró en vigor en medio de la pandemia de coronavirus Covid-19 el primer decreto de Estado de Alarma aprobado por el Consejo de Ministros en todo el territorio nacional. Ello provocó un confinamiento que duró hasta la desescalada, mientras que la economía se paralizaba y el virus provocaba el colapso de la sanidad.
El Estado de Alarma ante la crisis sanitaria provocada por el coronavirus Covid-19 fue una decisión muy excepcional, y supuso una limitación temporal en los movimientos de los ciudadanos, a partir de entonces confinados en distintos grados durante meses. Aquel primer decreto concretaba todas las excepciones adoptadas por el Gobierno, que afectaban sobre todo a los trabajadores/as considerados esenciales.
Esta medida legislativa supuso muchas cosas nuevas en nuestras vidas, entre ellas la intervención del Ejercito en determinadas tareas. La declaración española se sumó a otras declaraciones de emergencia estatal y cierre de fronteras decretadas entonces por otros países europeos, unos cierres que provocaron inicialmente problemas en el retorno de muchos españoles/as.
Lanzarote y La Graciosa, como el resto del país, afrontó tras las distintas prórrogas del Estado de Alarma la entrada en la llamada «nueva normalidad» el 21 de junio de 2020, algo que relajó la movilidad aunque aún con muchas restricciones. Sólo la vacunación contra la Covid, a partir de diciembre de 2020, daría un nuevo horizonte a los españoles para superar con ciertas garantías la pandemia.
En estos dos años hemos sumado seis oleas de la pandemia. Se han producido 1.604 muertes por la enfermedad en Canarias, 68 de ellas en Lanzarote; y un total de 293.618 personas en las islas se han contagiado hasta el momento (20.371 en Lanzarote y La Graciosa), según las cifras oficiales de la Sanidad canaria.
Muchas situaciones recuerdan los isleños en torno a aquellos días extraños del confinamiento, en los que muchos/as salían a los balcones a las 20:00 horas para aplaudir a los equipos de emergencias y sanitarios que velaban por miles de personas contagiadas, en medio de una sociedad asustada y calles desiertas.
