Punto y final a una semana apretada en los festejos de Caleta de Famara

La tradicional procesión marítima-terrestre en honor a la Virgen de Nuestro Sagrado Corazón de María, y la posterior celebración de la verbena del agua en el muelle, ponían ayer domingo el epílogo a las fiestas patronales de Caleta de Famara.

La semana de convocatorias festivas se saldaba con un alto índice de participación, en la línea de otras citas veraniegas que han venido sucediéndose en Lanzarote y La Graciosa tras el impacto de la pandemia. Además, no se producían incidentes graves; y fueron miles de jóvenes isleños los que volvieron a convertir Caleta de Famara en un lugar de encuentro.

“Los caleteros y caleteras, así como las miles de personas que visitaron el pueblo de La Caleta a lo largo de toda la semana y, concretamente, este fin de semana de mayor afluencia, han podido disfrutar de una amplia programación diseñada por la Comisión de Fiestas que, considero, ha rescatado lo más auténtico de la tradición marinera y las costumbres de estas fiestas tan especiales para Teguise”, ha declarado Oswaldo Betancort, el alcalde.

Tras dos intensas noches de verbena popular, muchos devotos se congregaron ayer en la ermita de La Caleta para celebrar la solemne misa y posterior procesión terrestre-marítima en honor a la patrona, con el hermanamiento con La Graciosa. El recorrido estuvo amenizado por la Banda Municipal de Teguise, para terminar con la refrescante verbena del agua.

Se ponía así punto y final a una semana de convocatorias festivas que multiplicaban exponencialmente la densidad de población en un espacio protegido, y que ponía patas arriba a los servicios de comercio y restauración durante el fin de semana. Ahora, Caleta de Famara recupera su latido.