Te damos unos consejos sobre cómo proteger tu piel frente al sol

El verano en Canarias es sinónimo de sol, mar y vida al aire libre. Pero también es la época del año en la que más sufre nuestra piel. En islas como Lanzarote y La Graciosa, donde la radiación solar es intensa durante todo el año, tomar precauciones es imprescindible para evitar daños a corto y largo plazo.

  1. Usa protección solar adecuada y reaplica
    No basta con aplicarse crema al salir de casa. Lo ideal es usar un fotoprotector de amplio espectro (contra rayos UVA y UVB), con un factor de protección mínimo de 30 (preferiblemente 50 en pieles claras o sensibles). Debe reaplicarse cada 2 horas, especialmente después de bañarse o sudar.
  2. Evita la exposición en las horas centrales
    Entre las 12:00 y las 16:00, el sol alcanza su punto más alto y es cuando la piel recibe mayor radiación ultravioleta. Si estás en la playa o en el campo, busca sombra o haz una pausa bajo una sombrilla, un toldo o árboles.
  3. Protege también los ojos, labios y cuero cabelludo
    Muchas veces olvidamos que otras partes del cuerpo también pueden sufrir por el sol. Usa gafas de sol homologadas, bálsamo labial con SPF y si tienes poco cabello o llevas raya marcada, usa gorra o sombrero.
  4. Hidrátate por dentro y por fuera
    El sol y el calor deshidratan la piel, por eso es importante beber agua con frecuencia y aplicar cremas hidratantes tras la exposición solar. El aloe vera, muy presente en Lanzarote y Fuerteventura, es un excelente calmante natural.
  5. No confíes en los días nublados
    Aunque el cielo esté cubierto, la radiación ultravioleta puede atravesar las nubes. Muchos se queman precisamente en días nublados por confiarse. La crema solar es necesaria siempre que estés al aire libre durante tiempo prolongado.
  6. Revisa tu piel con frecuencia
    El verano es un buen momento para observar posibles manchas nuevas o cambios en lunares. Ante cualquier alteración, consulta a un dermatólogo. La detección precoz es clave frente al cáncer de piel.

Tomar el sol con responsabilidad no significa dejar de disfrutar del verano, sino hacerlo con inteligencia. Una piel protegida es una piel sana, y cuidar de ella hoy es un regalo para tu futuro.

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