Sigue en descenso las hospitalizaciones por el virus en el José Molina Orosa

Hay pocos cambios este viernes en las estadísticas oficiales de la incidencia de la epidemia por coronavirus Covid-19 en Lanzarote.

Durante las últimas horas se han diagnosticado dos nuevos positivos observados en tests rápidos. Sin embargo, no incrementarán los contagios confirmados porque la Gerencia sanitaria insular ha declarado como falsos positivos otros dos casos detectados el martes e incluidos en la estadística del miércoles (hay que decir que los resultados de los tests tienen que rubricarse luego en la PCR).

Con todo, hasta última hora de ayer jueves, día 23 de abril, el número de contagios oficiales por Covid-19 en Lanzarote seguía siendo de 82 personas.

Los cuatro fallecimientos y las 42 altas epidemiológicas dejan ahora la cifra de casos activos del virus en 36 pacientes.

En seguimiento domiciliario por parte de Atención Primaria hay 27 personas.

Las muestras analizadas ayer jueves 213. Entre ellos estaban 68 nuevos pacientes que fueron testados por primera vez.

Menos hospitalizaciones

Como sucede de forma genérica en el resto de los hospitales del país, la dirección de las instalaciones del José Molina Orosa también ha observado cómo el número de ingresos se ha ido reduciendo con el paso de las semanas durante este mes de abril. Hoy no llegan a 10 personas los enfermos por coronavirus que permanecen en el Hospital General de Lanzarote.

Los ingresados hoy son 9: cuatro de ellos permanecen en planta, mientras que otras cinco personas están en la Unidad de Medicina Intensiva (UMI). Esto supone la mitad de los enfermos de esta epidemia con respecto a los que estaban hospitalizados a principios de mes.

Hace una semana (17 abril), el número de pacientes ingresados era de 15 (8 en planta y 7 en la UMI). Hace dos semanas (10 abril) los pacientes ingresados en el Hospital General por la enfermedad era de 16: en planta 7 y otros 9 en UMI. Y hace tres semanas (3 abril), los pacientes ingresados eran 18: la mitad en planta y la otra mitad en la UMI.

Cómo puede observarse, el tiempo de recuperación de esta enfermedad -para la que no hay vacuna, como saben- es lento.