Meca reitera que la compra de la casa en Fajardo fue “inoportuna y lesiva”

El portavoz de Podemos en el Cabildo, Carlos Meca, junto a Noemí Santana.

El portavoz de Podemos en el Cabildo de Lanzarote, Carlos Meca, ha tildado de “lamentable” e “indigno” que el presidente del Cabildo, Pedro San Ginés, “pretenda seguir escudándose en una técnico de la institución para justificar una nefasta decisión política, como fue comprar la casa de la calle Fajardo para convertirla en museo arqueológico, en una operación que ya nos ha costado más de tres millones de euros y que de momento solo nos ha dejado la propiedad de un inmueble en ruinas”.

“Si el presidente cree que va a apagar las críticas a su oscura gestión utilizando a una determinada persona de escudo, ya puede ir desengañándose, porque el grupo Podemos en el Cabildo ha denunciado y seguirá denunciado esta operación y todas aquellas que consideramos que han supuesto un perjuicio para las arcas públicas y para las ciudadanas y los ciudadanos de esta isla”, ha advertido Meca.

En relación a las últimas declaraciones sobre esta compra, el portavoz de Podemos afirma que “no aportan absolutamente nada nuevo con respecto a lo que lleva años alegando San Ginés. No es ninguna novedad que la jefa de Patrimonio se había mostrado favorable a la adquisición de la casa, porque ya lo reconoció hace años en el salón de plenos, pero nadie mejor que el presidente sabe que la opinión de un trabajador del Cabildo no basta para poner en marcha una operación de varios millones de euros. La casa de la calle Fajardo se compra no porque así lo decidiera una técnico de la institución, sino por la voluntad de Pedro San Ginés, que es quien tiene la potestad para decidir la adquisición y que fue quien la ejecutó. Y es esa decisión política la que hemos criticado y seguiremos criticando por ser inoportuna y lesiva para los intereses de los lanzaroteños y las lanzaroteñas”, señala Meca.

El portavoz de la formación morada recuerda que la casa se compró “en plena crisis, con otras prioridades mucho más urgentes sobre la mesa, sin contar con todos los informes sobre el estado del inmueble y por un precio incluso superior a la tasación que presentó la propiedad”. Además, aunque estos argumentos serían suficientes de por sí para criticar duramente la decisión del presidente de pagar 1,6 millones de euros por la casa, a esto se suma el hecho, reconocido por el propio San Ginés, de que durante la negociación inició una relación sentimental con la hija de la propietaria, que continuaba en el momento de la firma. “Lo ético hubiese sido abstenerse de participar en la negociación, para paliar la sospecha de que había intereses añadidos en la compra de la vivienda”, sostiene Meca.