La normativa insular sólo admite parques energéticos en suelo rústico residual
El Cabildo de Lanzarote ultima la aprobación definitiva de una ordenanza pionera para regular la instalación de parques energéticos en la isla. La medida, que busca ordenar la penetración de energías renovables, restringirá la implantación de infraestructuras sólo en suelo rústico residual sin protección ambiental.
El presidente de la institución, Oswaldo Betancort, ha subrayado que Lanzarote y La Graciosa serán las primeras islas en contar con una planificación energética integral. «Nuestra conciencia ambiental y paisajística nos diferencia, y es nuestra responsabilidad preservar nuestra identidad mientras avanzamos hacia un modelo más sostenible», ha afirmado.
La ordenanza establece criterios específicos para la implantación de parques energéticos y servirá de base para la definición de las Zonas de Aceleración de Renovables (ZAR), cuya aprobación se prevé para marzo. El Cabildo ha trabajado estrechamente con el Gobierno de Canarias para definir estos espacios estratégicos, según han explicado desde la Corporación.
Betancort ha señalado que la administración insular mantiene un diálogo constante con la Consejería de Transición Ecológica del Gobierno de Canarias para coordinar la implantación de estas medidas. «Lanzarote avanza con paso firme y pronto contará con una planificación energética sólida y consensuada», ha declarado.
Rechazo a proyectos no consensuados
El presidente del Cabildo ha reiterado su oposición a la tramitación de proyectos fotovoltaicos en Mácher, impulsados por el Gobierno de Canarias sin el consenso de la administración insular. «Cualquier acción que afecte a nuestro territorio debe ser consensuada con el Cabildo», ha manifestado Betancort, recordando que el proyecto Magec I ha decaído tras la expiración de su plazo de ejecución.
Finalmente, Betancort ha defendido la gestión pública de las energías renovables en la isla, asegurando que los beneficios deben repercutir en el territorio. «Hemos defendido siempre que las energías renovables deben ser gestionadas desde lo público para que los beneficios se queden en nuestra tierra», ha concluido.