La erupción resulta ahora más efusiva, con más lava y menos cenizas

La erupción del volcán de La Palma continúa este viernes, día 15 de octubre, mostrando un mecanismo estromboliano, con alternancia de fases explosivas y fases efusivas, pero ahora con predominio de la fase efusiva, lo que origina más lava y menos piroclastos y cenizas, tal y como han informado desde la dirección del Plan Especial de Protección Civil y Atención de Emergencias por Riesgo Volcánico de Canarias (PEVOLCA) del Gobierno de Canarias.

Desde el punto de vista de protección civil, el Director Técnico del PEVOLCA, Rubén Fernández -que relevará durante 48 horas a Miguel Ángel Morcuende- informó que el seguimiento de las coladas que discurren más al norte indica que ambas puedan confluir y llegar al mar. Además, existe una colada que se ha separado de la que está más al norte, que ha tomado dirección noroeste y se encuentra en estos momentos a la altura del camino de El Cumplido.

En este sentido, la previsión, en función de la orografía del entorno, es que no avance más hacia el noroeste, aunque se sigue vigilando y monitorizando permanentemente por si se produjera algún cambio.

Durante la noche, la colada situada más al norte ha avanzado a diferentes velocidades a causa de la fluidez de la lava, llegando en algunos momentos a los 250m/hora, aunque se ha ralentizado a unos 20-30 m/hora según las últimas mediciones realizadas por los equipos de la Unidad Militar de Emergencias (UME).

Al respecto, la portavoz del Comité Científico y directora del IGN en Canarias, María José Blanco, apuntó que se observan grandes bloques que son arrastrados por la colada norte y señaló que en la salida del centro de emisión el flujo se concentra en un canal lávico escalonado lo que provoca taponamiento y desbordamientos puntuales que forman coladas efímeras, de corto recorrido, y perpendiculares al canal lávico actual.

Las coladas que discurrían en dirección al mar y que en días anteriores se habían detenido, en estos momentos se observa que tiene un aporte de material y no es descartable que puedan tener evolución a corto plazo, explicó.

Fernández informó que la superficie afectada por la lava supera ya las 696 hectáreas, lo que supone 22 más que ayer y el ancho máximo de la colada se mantiene en 1.770 metros.

Más terremotos profundos

En cuanto a los datos sobre deformación del terreno, el director técnico del Plan comentó que se ha producido una ligera reversión de la deformación observada ayer. En este sentido, Blanco reveló que la deformación horizontal registrada en la estación más cercana del centro eruptivo ha revertido parcialmente, pero que se seguirá estudiando su comportamiento y fenómenos observables en la zona hasta disponer de más información. El resto de las estaciones, dijo, no muestran una deformación significativa.

Con respecto a la sismicidad, Blanco apuntó que los terremotos han incrementado su frecuencia y magnitud, pero se registran a profundidades intermedias y profundas y la sismicidad superficial es casi inexistente. No obstante, Blanco precisó que van a seguir produciéndose sismos y que serán sentidos por la población.

Sobre los valores de dioxido de azufre (SO2) y partículas menores de 10 micras (PM10), señaló que los indicadores registrados durante el día de ayer han sido bajos y no han superado los umbrales máximos, más allá de picos puntuales.

La cifra total de personas desalojadas ronda las 6.400, de las que en estos momentos hay 321 albergadas en el hotel de Fuencaliente y el resto se encuentra en otras residencias o alojamientos de familiares y amigos.

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