La oferta gastronómica de los Centros ocupa su espacio en la Guía Repsol

Los Centros Turísticos están de enhorabuena: la guía gastronómica Repsol ha concedido un Solete al restaurante El Diablo, en Timanfaya. La prestigiosa publicación concede este galardón a “aquel sitio que te despierta una sonrisa, que seduce por su cercanía, por su propuesta apetecible y buen ambiente”. “Es” explica la edición, “una dirección para sugerir a amigos y guardar como punto de referencia”.

Además, mantiene su Recomendación del restaurante del Castillo de San José, en Arrecife. A juicio de los críticos de la guía, el emblemático espacio transformado por César Manrique merece estar en la categoría de “restaurantes en el que la fidelidad de la clientela y el producto sincero presagian una grata experiencia que se complementa con una oferta de vinos sencilla pero meditada (…), un lugar en el que la calidez se contagia y la cocina con corazón se siente en platos y tapas”.

El consejero delegado de los Centros Turísticos, Benjamín Perdomo, quiere felicitar públicamente “a los profesionales de cocina y sala de la Entidad, verdaderos protagonistas de estos premios, así como al resto de restaurantes de la isla premiados”. Perdomo ha apuntado, además, que “los Centros Turísticos han pasado de una restauración que algunos quisieron privatizar a recibir premios y distinciones con un modelo que, además, está en la senda de la rentabilidad”.

El restaurante El Diablo sorprende tanto por su entorno como por una carta cuidada y esmerada de platos alrededor de su gran secreto: la barbacoa que se alimenta del calor del volcán.

Por su parte, el restaurante del Castillo de San José destaca con una propuesta gastronómica de cercanía construida con el asesoramiento del chef lanzaroteño Orlando Ortega centrada, principalmente, en los productos de la tierra, los vinos de Lanzarote y la cerveza artesanal, tal y como han subrayado desde la dirección de la empresa.