Canal Gestión comunica al Consorcio que ahora quiere ceder el contrato
El conflicto abierto entre el Consorcio del Agua de Lanzarote y Canal Gestión ha dado un inesperado giro. La concesionaria madrileña, filial de Canal Isabel II, ha solicitado al órgano insular un plazo de hasta tres meses para explorar la cesión del contrato a otras empresas del sector, dejando en suspenso el procedimiento de rescisión que estaba ya en marcha.
El próximo 6 de octubre, lunes, la asamblea del Consorcio decidirá si concede esa moratoria, en la que la compañía se compromete a retomar contactos con las firmas interesadas en asumir la gestión del ciclo integral del agua en la isla. La propuesta llega justo cuando se esperaba votar el expediente que justificaba la resolución del contrato por supuestos incumplimientos graves de la concesionaria.
Fuentes del Consorcio señalan que, de no alcanzarse un acuerdo en ese tiempo, se reactivará automáticamente el proceso de rescisión. La posición de la entidad ha sido clara desde el inicio: la continuidad del servicio requiere inversiones y compromisos que la actual gestora no ha garantizado.
Entre las condiciones fijadas para cualquier nueva adjudicataria destaca una inversión estimada de 35 millones de euros en mejoras de la red de distribución y en la producción de agua potable. Además, la empresa entrante deberá reducir las pérdidas actuales -que superan el 50%- hasta situarlas en torno al 30%, en un plazo máximo de cinco años.
El desenlace de este pulso marcará el futuro inmediato de un servicio esencial para Lanzarote y La Graciosa, cuya gestión lleva años generando tensiones políticas, económicas y sociales.
La asamblea del 6 de octubre se presenta, por tanto, como una cita decisiva para el presente y el futuro del ciclo integral del agua en la isla.
