Pérez defiende su gestión en la concesión de licencias para rehabilitaciones

La alcaldesa de Arrecife, Ástrid Pérez, considera que la aprobación de la polémica licencia de rehabilitación del antiguo Hotel Oriental “es una prueba palpable de lo que representa una política municipal que defiende el patrimonio arquitectónico, y que consiste fundamentalmente en que los edificios no terminen en la ruina más absoluta”, dice.

A renglón seguido, y debido al bajo índice de protección que tienen muchos edificios que podrían considerarse de valor arquitectónico en la capital lanzaroteña, la primera edil puntualiza que el consistorio trabaja “desde hace meses” con Gesplan en la elaboración de un nuevo Catálogo Arquitectónico para la Protección de Bienes Inmuebles, “estancado y paralizado durante todos estos años anteriores por la apatía y la desidia de los anteriores grupos de gobierno… Hasta que llegó el actual grupo de gobierno, continúa la alcaldesa, a Arrecife se le había parado el reloj de la recuperación arquitectónica y patrimonial que han encaminado otras grandes capitales con un magnífico resultado”.

Otras licencias

La alcaldesa lamentó que no todos los partidos hayan estado a la altura de estas circunstancias “ni tengan la misma filosofía” en cuanto a las rehabilitaciones; una filosofía que, en cualquier caso, puntualizó pasa igualmente por el “cumplimiento de la legalidad en todos sus términos”, como puso también de manifiesto la alcaldesa este jueves en una rueda de prensa ante los medios de comunicación.

Junto a la del antiguo Hotel Oriental, de la calle Real, la corporación municipal ha concedido “al menos otras siete u ocho licencias más que han supuesto, como han podido comprobar los vecinos de la capital, un cambio y un remozado de una ciudad que ha estado décadas al amparo de la ruina más absoluta de algunos de sus edificios emblemáticos”.

Ástrid Pérez ha defendido que su gobierno tiene “autonomía en políticas como la defensa del Patrimonio”; sobre todo en aquellos como el del antiguo Hotel Oriental, en el que los informes del Cabildo de Lanzarote “no son ni preceptivos ni vinculantes” para la concesión municipal de la licencia de rehabilitación. Si bien hay que decir que el informe de Patrimonio sí informaba al consistorio de que existía la posibilidad de que el edificio tuviera un valor arquitectónico reseñable.