Arrecife destina casi 200.000 euros al contrato bianual de desratización

El Cabildo de Lanzarote acaba de sacar a licitación por encomienda del Ayuntamiento de Arrecife la contratación de una empresa externa, encargada de prestar el servicio de desratización, desinfección, legionella y tratamientos contra xilófagos en el municipio capitalino.

El servicio que pone en marcha el Ayuntamiento presidido por Astrid Pérez deberá observar con especial atención el control de la población de ratas y cucarachas en espacios públicos de la ciudad y en dependencias municipales.

El valor estimado del contrato será de 200.000 euros. Se escoge la duración del servicio durante dos 2 años, con posibilidad de prórroga por otros dos años adicionales para la empresa adjudicataria.

Se solicita este contrato de servicio externo ya que el Ayuntamiento no cuenta con los medios materiales ni humanos para llevarlo a cabo.

Este control integrado de plagas busca evitar el impacto de todas las especies capaces de transmitir enfermedades y causar graves perjuicios económicos al hombre en un entorno urbano.

Ratas y cucarachas

Según figura en los documentos de la licitación, una vez adjudicado, el contrato recoge la ejecución de los tratamientos necesarios en dependencias municipales y otras zonas incluidas en el pliego técnico.

Además del control de ratas y cucarachas, el servicio obliga al tratamiento de la madera que afecte a todas las dependencias municipales y de forma especial a los espacios protegidos. Al igual que se llevará a cabo un tratamiento para la prevención de y control de la legionelosis.

Asimismo, cuando se solicitara por parte de la Concejalía de Sanidad del Ayuntamiento de Arrecife, los trabajos se realizarán en lugares como viviendas o solares, con máximo en número de 50. También se procederá al tratamiento de desratización, desinsectación y desinfección en dependencias municipales, entre otros espacios que se fijan en el pliego técnico.

Según aclaran fuentes municipales, este importante contrato viene a integrar la capacidad operativa del consistorio a la hora de afrontar el control de plagas, algo que hasta el momento se realizaba con adjudicaciones menores puntuales.