Escena Lanzarote reclama más difusión para no quedar en la sombra
La edición 2025 de Escena Lanzarote ya está en marcha. El festival, que convierte los espacios creados por César Manrique en escenarios naturales para la danza, el teatro y la creación contemporánea, arrancó el pasado sábado en Jameos del Agua con la actuación del colectivo DIQUE, dirigido por Marta Pazos. Pero, pese a la calidad artística, la entrada apenas llegó a la mitad del aforo.
Escena Lanzarote, organizado por los Centros de Arte, Cultura y Turismo, y dirigido por Quino Falero, se diferencia por algo que pocos territorios pueden ofrecer: una simbiosis real entre naturaleza y arte. Manrique imaginó estos auditorios naturales como lugares donde las propuestas escénicas pudieran transformarse, adaptarse y resonar de manera distinta. Esa filosofía es la que sostiene el festival y la que atrae, año tras año, a artistas de lenguaje universal, accesibles para residentes y visitantes.
Sin embargo, el déficit de promoción se pone hoy sobre la mesa. La programación, de indudable interés cultural, no logra conectar con el público general. La difusión parece quedar atrapada entre círculos especializados, boletines institucionales y redes con poco impacto masivo. Resultado: espectáculos de gran nivel con aforos a medias.
La próxima cita será Suite, los días 27 y 28 de diciembre en la Cueva de los Verdes. El espectáculo, un diálogo entre tradición y vanguardia desde el flamenco, contará con David Coria y Paula Comitre, dos figuras de peso en la escena actual. En enero llegará Martyrs (imagen superior), de humor ácido y drama fragmentado, también en Jameos del Agua.
Escena Lanzarote demuestra, edición tras edición, que la isla posee un patrimonio cultural capaz de proyectarse al exterior con fuerza. Pero ese potencial solo se materializa si la ciudadanía lo conoce. La cultura necesita público, y el público necesita información. Popularizar la agenda cultural no debería ser una excepción, sino una estrategia permanente.
