En huelga los funcionarios de prisiones
Las organizaciones sindicales han convocado huelga en el Centro Penitenciario de Lanzarote, en Tahíche, desde este viernes por la noche hasta el martes 20 de noviembre, en señal de protesta por el conflicto laboral que mantienen los funcionarios de las cárceles con la Secretaría General de Instituciones Penitencias.
Ya en las pasadas semanas se celebraron dos jornadas de paros; pero en esta ocasión recrudecen las medidas en los 84 centros penitenciarios españoles ante “la indignación del colectivo de trabajadores penitenciarios ante el inmovilismo del Gobierno”, señalan los convocantes.
Advierten los funcionarios que la movilización que llevará el paro total a los establecimientos penitenciarios, y dará comienzo a las 22:00 del próximo día 16 de noviembre, coincidiendo con el relevo en el turno de noche en las prisiones.
Al coincidir las jornadas de huelga en fin de semana, el servicio de comunicaciones de las cárceles españolas, así como el de la prisión de Tahiche, que se verá especialmente afectado.
Para las organizaciones sindicales “se ha demostrado la poca voluntad política y la manipulación mediática del Ministerio del Interior, así como la falta de apoyo de los diferentes grupos parlamentarios a las justas reivindicaciones de las centrales sindicales de prisiones que apostamos decididamente por corregir la brecha salarial existente en nuestro ámbito como consecuencia de una clasificación obsoleta de los centros penitenciarios que data de 1989”, señalan hoy en un comunicado las cinco centrales sindicales que llaman a la huelga.
Consideran los sindicatos que la Administración Penitenciaria «falta al respeto al colectivo de funcionarios, funcionarias y personal laboral de II.PP. al obviar nuestras legítimas reclamaciones de mejoras en las condiciones laborales de los trabajadores de prisiones, dado que desde el día 28 de septiembre ni el Ministerio del Interior ni la Secretaría General de II.PP. han convocado a la parte social para buscar una solución al conflicto laboral vigente. El malestar en las plantillas de las cárceles españolas crece por momentos”, concluyen.
