La gestión de las ayudas estudiantiles tiene pendiente un repaso

En las últimas semanas hemos visto algunas “disfunciones” en torno al reparto de las ayudas y becas a estudiantes universitarios o de ciclos superiores.

Nos explicamos; por ejemplo, en el Cabildo de Lanzarote y en algunos ayuntamientos, el importe individual de las ayudas al transporte de estos alumnos dependen en gran medida de la cifra de solicitantes, una ayuda universal y proporcional que no emplea como principal baremo la renta familiar (ni es su intención, nos dicen, ya que es un complemento al desplazamiento de los residentes).

Como está planteado el sistema, similar a lo que son las bonificaciones al transporte, se trata más bien de “café para todos”, con unas bases de concesión que los propios responsables reconocen como poco afinadas en el reparto, más aún en estos tiempos de necesidades familiares donde las ayudas se hacen cortas.

Otro asunto son las becas universitarias en Canarias. Aquí el problema es otro. La consejera de Educación y Universidades del Gobierno de Canarias aseguraba este viernes en el Parlamento que se pretende aumentar la ejecución de la partida presupuestaria hasta el cien por cien.

El sistema de concesión de becas universitarias que se emplea en la actualidad hace que cada año una parte de estos fondos, destinados a impulsar la igualdad de oportunidades para el acceso a la enseñanza superior queden sin ejecutar y se destinen a otros gastos de las universidades públicas de Canarias.

Por esta razón, la Consejería ha iniciado un estudio para establecer la forma más efectiva de destinar a becas el total de los 10,66 millones de euros anuales que se consignan en los presupuestos.

Reconocidas las taras en el asunto, la responsabilidad de los gobernantes parece pasar, por un lado, por añadir normativa y justicia a este reparto, y ser equitativo, dando a cada uno lo que se merece, y no a todos lo mismo; y por otro lado, señalar bien sobre el papel a las becas como una herramienta decisiva para el futuro económico y social de la región.