La CEL alerta de los riesgos de reducir la jornada para el empleo en la isla

La presidenta de la Confederación Empresarial de Lanzarote (CEL), Beatriz Salazar, ha manifestado este lunes su preocupación ante la propuesta del Ministerio de Trabajo de reducir la jornada laboral en España. Salazar subraya que, para evitar consecuencias negativas en el mercado laboral de Lanzarote y Canarias, es fundamental que esta medida se adapte a las particularidades de cada sector económico y territorio. En caso contrario, advierte que podría haber una significativa destrucción de empleo en la isla y en el archipiélago.

Salazar destacó que más del 95% de las empresas en Canarias son autónomos, pymes y micropymes, muchas de las cuales tienen una plantilla pequeña. Por ello, la presidenta de la CEL considera necesario un análisis detallado del impacto de la medida en los sectores más vulnerables, como la hostelería, el comercio y el turismo, los cuales dependen de un ritmo de trabajo flexible y de la contratación de personal en condiciones específicas, según han explicado desde la confederación.

“Esta medida debe atender a las particularidades de cada rama de actividad”, señaló Salazar, quien también recordó que las empresas de Canarias ya enfrentan numerosos sobrecostes derivados de su condición de ultraperificidad y fragmentación del territorio. Entre los factores que afectan a los empresarios canarios se incluyen los elevados costes del transporte, la importación de materias primas, el aumento de la electricidad, los altos alquileres y la dificultad para encontrar personal cualificado.

En cuanto a la reducción de la jornada laboral de 40 a 37,5 horas semanales, Salazar manifestó que esta medida podría resultar perjudicial para las pequeñas empresas de Canarias, que ya enfrentan dificultades económicas. “Obligar a las empresas a asumir este incremento de costes podría llevar a muchas de ellas a cerrar”, advirtió, apuntando que las pymes son las más afectadas debido a su estructura más frágil.

«Veremos cierres de negocios»

La presidenta de la CEL también hizo hincapié en los elevados niveles de absentismo laboral en el archipiélago, que han alcanzado el 20%, duplicando los niveles de 2019. Este factor, junto con la escasez de perfiles profesionales adecuados, coloca a Canarias en una situación desfavorable en cuanto a productividad, lo que podría verse agravado por una jornada laboral reducida sin las medidas de apoyo necesarias.

En su intervención, Beatriz Salazar destacó la importancia de implementar medidas de apoyo para evitar que la reducción de la jornada laboral cause más perjuicios que beneficios en las empresas canarias. “El mejor de los escenarios es que los autónomos asuman los servicios de las empresas afectadas, pero en el peor de los casos, veremos cierres de negocios y destrucción de empleo”, afirmó.

Además, la presidenta de la CEL subrayó que el sector agrícola también debería beneficiarse de un sistema de bonificación y ayudas para paliar los efectos de la medida en este ámbito.

Finalmente, Salazar insistió en que, si no se gestiona de forma coherente, la reducción de jornada laboral podría poner en riesgo la estabilidad de muchas pymes y micropymes en el Archipiélago, ya que estas empresas tienen mayores limitaciones para contratar personal y adaptarse a los cambios propuestos por el Ministerio de Trabajo.

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