La Casa Museo del Campesino contará con actores-guías muy autóctonos

Hortesia, Benigna y Carmelo son los nombres de los tres personajes de ficción que en unas semanas ayudarán a explicar a los visitantes el contenido de la Casa Museo del Campesino.

Estos tres intérpretes, convenientemente caracterizados, estarán ayudados por los nuevos formatos tecnológicos que acaba de licitar los Centros de Arte, Cultura y Turismo del Cabildo de Lanzarote.

Vista de la Casa Museo del Campesino.

Hortensia es una artesana de la empleita, Benigna una alfarera y Carmelo un camellero. Los tres personajes estarán encarnados por actores. Y ellos serán los responsables de mostrar al visitante las singularidades de la vida rural en Lanzarote mediante el uso de las nuevas tecnologías. Y para ello, los Centros Turísticos deberán finalizar la contratación del equipamiento tecnológico para la Casa-museo del Campesino.

Explican hoy desde la dirección de la entidad que la iniciativa está encaminada a recuperar y poner en valor los usos y costumbres asociados a la vida rural en Lanzarote. Buscan así un nuevo concepto de museo capaz de generar experiencias interactivas con el visitante.

El proyecto que manejan desde los CACT exige inicialmente la creación, gestión, montaje y puesta en marcha del hardware, software y el equipamiento tecnológico necesario. Mientras que en un segundo paso se crearán los contenidos digitales necesarios para explicar este nuevo concepto de museo. En el mismo se pone especial énfasis en la arquitectura, la vivienda tradicional, el cuarto de aperos, los sistemas agrícolas y La Geria-El Jable.

Cada personaje con una historia

Hortensia habría nacido en Haría en el año 1913. Casada muy joven, y madre de tres hijos, aprendió de su madre los secretos de la empleita.

A la futura Benigna la imaginan sus creadores un poco más joven. Presumiblemente nació en 1920 en Yaiza. Aprendió la técnica de la alfarería de su abuela antes de casarse con un vecino camellero.

Y Carmelo, por su parte, es del norte de Lanzarote, del municipio de Haría, donde creció ayudando a su padre con los camellos.

Caracterizados todos atendiendo al período histórico en el que vivieron, Hortensia, Benigna y Carmelo aproximarán al visitante a la realidad de la vida en el campo lanzaroteño. Los tres acompañarán al turista a lo largo de una visita por una cocina, una sala, un dormitorio y un cuarto de aperos tradicionales. Todos ellos articulados en torno a un patio, el elemento vertebrador de las viviendas tradicionales de la isla.

Una pantalla táctil en cada una de las tres habitaciones principales de la casa ayudarán al visitante a entender cómo se vivía en la isla a comienzos del siglo pasado. En el cuarto de aperos, un tótem holográfico 3D y dos pantallas táctiles explicarán el uso de las herramientas. La vid, un lagar, palmeras, una era y un aljibe, entre otros elementos, estarán presentes, asimismo, para recrear, fielmente, la vida tradicional en Lanzarote.

El consejero de los Centros, Echedey Eugenio, se felicita hoy por haber sacado adelante este proyecto en el que se dan la mano vanguardia y tradición.

El presupuesto global de esta licitación ascendió a 216.195 euros, procedentes del Fondo de Desarrollo de Canarias (FDCAN) que se gestiona desde la Unidad de Planificación y Coordinación de proyectos del Cabildo de Lanzarote que coordina Saray Rodríguez, según subrayan desde la dirección de los CACT.

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