La Agrupación Folklórica Rubicón goza de buena salud

La quinta edición del Festival Rubicón confirmó que “ya es un referente folklórico de Canarias avalado por el buen hacer de la Agrupación fundada en el municipio de Yaiza en el año 2001”, según el Ayuntamiento sureño. La AF Rubicón invitó a músicos y bailarines tinerfeños del Grupo Folklórico Támbara para este espectáculo que dejó buen sabor de boca en la plaza de Los Remedios del pueblo de Yaiza.

Más de cien protagonistas, ataviados con trajes típicos en medio de un escenario de dos niveles decorado con artesanías y aperos de labranza, recorrieron piezas del folklore canario reforzados por la estupenda puesta en escena del Festival. El público disfrutó desde el inicio de la saranda campesina en las voces de la pequeña Alexia y los jóvenes Carlota y Cristian, de Rubicón, mientras un grupo de bailarines realizaban tareas agrícolas.

Luego llegaría Támbara, desde el Valle de la Orotava, cargado de folías, seguidillas y saltonas para luego ceder el testigo a los anfitriones con isa del cinco y seguidillas. Con dos grandes exponentes del folklore de Tenerife y Lanzarote, el público percibió las diferencias en la interpretación de la música tradicional entre ambas islas, otro elemento que alimenta el Festival sureño, como también lo hizo la indumentaria exhibida por Támbara a la usanza del siglo XVIII.

Los dos grupos alternaron su protagonismo cantando y bailando auténticos símbolos de identidad de las Islas. El cuerpo de toque de Rubicón está dirigido por Roberto Gil y el de baile por Magdalena Cáceres, lo propio hacen en Támbara Jorge Estévez y Sara Miranda, cuatro profesionales que no cesan de investigar y perfeccionar. La trayectoria artística de Rubicón (2001) y Támbara (1997) es garantía de buen espectáculo. Yaiza fue testigo de ello.

El momento más emotivo quizá llegó con la entrega de detalles se produjo cuando la familia Rubicón llamó por sorpresa para homenajear a los hermanos y miembros de la Agrupación, Blas y Óscar Noda, quienes recibieron un collage enmarcado de fotografías de su madre, fallecida recientemente. Ella era una enamorada del folklore canario y animadora de las Fiestas de Remedios.

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