Investigado un hombre en Lanzarote por el robo de dos bicicletas de alquiler
La Guardia Civil del Puesto Principal de Yaiza ha investigado a un hombre de iniciales M.G.B. como presunto autor de dos delitos de hurto. Los hechos de producían los días 4 y de septiembre, cuando al investigado se le acusa de sustraer dos bicicletas eléctricas de alquiler que se encontraban ubicadas en el aparcamiento de un complejo hotelero del municipio de Yaiza.
Cada una de las bicicletas están valoradas en 1.800 euros.
Las pesquisas comenzaron a raíz de la comunicación del delito por parte de un representante de la empresa propietaria de las bicicletas, quien mediante denuncia puso en conocimiento de la Guardia Civil la sustracción de dos bicicletas eléctricas.
Desde la Comandancia de la Guardia Civil en Las Palmas aseguran que los hechos ocurrieron inicialmente la mañana del pasado 4 de septiembre, cuando el investigado, tras hacer entrega de un curriculum vitae para buscar empleo en un complejo hotelero de Yaiza, se dirigió a una zona exterior donde se hallaban las bicicletas eléctricas estacionadas. Supuestamente, aplicando la fuerza de empuje logró desenganchar dos bicicletas de su correa, dañando una de ellas que fue encontrada a pocos metros del parking, en una zona cercana junto a unos arbustos con daños en el eje delantero y cableado eléctrico.
El segundo hurto ocurrió durante la noche del día siguiente, 5 de septiembre, en el que presuntamente el mismo investigado aplicó la fuerza suficiente para desenganchar una segunda bicicleta del dispositivo de sujeción, sustrayéndola así.
Por todo ello, la Guardia Civil realizó las comprobaciones oportunas que llevarían a la identificación de M.G.B. como presunto autor de los hechos.
Conocida la identidad del mismo, los agentes del Área de Investigación procedieron a la localización de éste el pasado día 10. Tras ser informado de los hechos y circunstancias que han motivado su investigación, la Guardia Civil recuperó las dos bicicletas, que fueron entregadas voluntariamente por el investigado. Finalmente se devolvían inmediatamente a su legítimo propietario.
