En Teguise exigen avances en los planeamientos que afectan a Chinijo

El alcalde de Teguise, Oswaldo Betancort, solicita al Cabildo de Lanzarote que se pronuncie sobre varios asuntos que afectan a la ciudadanía de La Graciosa, de Caleta de Famara y de Caballo, en el Archipiélago Chinijo, y que, según ha remarcado en un comunicado de prensa el primer edil, “tienen que ver con el desarrollo de una política territorial y medioambiental urgente en zonas altamente sensibles”.

“A los vecinos y vecinas de dichos núcleos, les urge saber cuál será su futuro en materia de ordenación, normativas medio ambientes, capacidad de carga y normas de uso y gestión”, asegura Betancort.

“A estas alturas no hemos visto resultados de esas mesas de trabajo que han celebrado con nula concreción, lo que lleva a pensar que no hay interés alguno en resolver las cuestiones urbanísticas que afectan directamente a los vecinos de La Graciosa o de Caleta de Famara”, ha lamentado Betancort ante la falta de avances en materia de Ordenación Territorial, según subraya.

«Están mareando la perdiz»

“Ni el Plan de Ordenación de los Recursos Naturales (PORN) ni el PRUG (Plan Rector de Uso y Gestión del Archipiélago Chinijo) están navegando con buen rumbo y ya van 3 años de legislatura en los que ha habido reuniones pero nada cerrado ni consensuado con la población ni otras administraciones afectadas”, asegura el alcalde de Teguise, con la frustración propia de un dirigente municipal al que los vecinos le exigen soluciones a los problemas que se les presentan a tenor de un reglamento obsoleto y cuya actualización depende del Gobierno de Canarias.

“Están mareando la perdiz sin llegar a conclusiones”, añade, “porque ni ha habido publicaciones oficiales ni exposición pública para poder presentar alegaciones, por lo que da la impresión de que están eternizando la planificación de un territorio sensible pero habitado, el cual requiere de leyes que se basen en la realidad actual y no mantengan al Ayuntamiento y a los vecinos en un limbo legal y atados de manos porque no se pueden resolver los problemas de alineaciones de rasante, la delimitación de las vías, entre otras cuestiones que aún se rigen por normas subsidiarias del año 2003”.