Daisy Villalba critica “la deriva de valores” en el sistema político insular
La exconsejera del Cabildo de Lanzarote y actual vicepresidenta de Nueva Canarias–Bloque Canarista (NC-BC) en la isla, Daisy Villalba, ha emitido un comunicado en el que reflexiona sobre su paso por la primera institución insular y lanza una crítica generalizada a la “falta de ética y moral” en la clase política lanzaroteña.
Villalba, que fue elegida consejera en las elecciones de mayo de 2023, recuerda que desde el inicio renunció a formar parte del grupo de gobierno junto a Coalición Canaria y el Partido Popular, una opción que entonces se planteó tras los comicios. «Ni mi partido ni yo podíamos aceptar que se integrara solo una de las dos personas electas por NC-BC», señala, defendiendo que la decisión se basó en principios de coherencia, ética y respeto institucional.
Durante el año que desempeñó su cargo como consejera no liberada, Villalba compatibilizó su labor política con su trabajo profesional. Finalmente, renunció a su acta de consejera para reincorporarse como funcionaria del propio Cabildo, cargo que accedió tras aprobar una oposición «con esfuerzo, sudor y muchas lágrimas».
En su carta pública, Daisy Villalba explica que ha preferido mantenerse en silencio durante casi un año para no interferir en el equilibrio entre su actividad profesional y la política. Sin embargo, asegura que no puede callar ante “la deriva de valores” que percibe en el sistema político insular.
“No hablo de ningún partido específico ni de ninguna institución, sino de la clase política en general. ¿En manos de quiénes está la sociedad lanzaroteña? ¿Cómo es posible que haya quien anteponga sus intereses personales al bienestar colectivo?”, se pregunta con tono crítico y preocupado.
Pese al desencanto, Villalba lanza un mensaje esperanzador y un llamamiento a la regeneración democrática: anima a que “personas honestas, con grandes valores de moralidad, ética y defensa de los servicios públicos” se involucren en la vida política para demostrar que “la política es la actividad más humana que existe y que el bien puede prevalecer al mal”.
La exconsejera insiste en que no busca regresar al cargo, sino fomentar una política basada en el respeto, la humildad y el compromiso social: “Se trata de construir y reconstruir. Ser voz para quienes no pueden alzarla. Lo demás, es bajeza moral y ética”.