La Geria, premiada por Endesa por su valor como paisaje sostenible
La Geria vuelve a situarse en el foco nacional como referente de sostenibilidad, identidad cultural y resiliencia. El Cabildo de Lanzarote ha sido distinguido en los III Premios Endecan -otorgados por Endesa- en reconocimiento al paisaje de La Geria, una de las joyas patrimoniales más singulares del Archipiélago y ejemplo mundial de adaptación agrícola en un entorno volcánico.
En esta tercera edición, que se celebrará el 10 de diciembre en el emblemático Hotel Santa Catalina de Las Palmas de Gran Canaria, el jurado destacó la aportación de Lanzarote a la sostenibilidad y la conservación cultural a través de este paisaje único. El premio se enmarca en la categoría de Sostenibilidad, en la que se valoran iniciativas que promueven un equilibrio entre actividad humana, respeto ambiental y memoria histórica.
El reconocimiento subraya cómo generaciones de campesinos lanzaroteños lograron transformar un territorio hostil creado por las erupciones del siglo XVIII en un modelo agrícola irrepetible. Con una técnica basada en la plantación en hoyos protegidos por muros semicirculares, el cultivo de la vid encontró en la ceniza volcánica -la picón- un aliado inesperado: humedad retenida, protección frente al viento y estabilidad térmica.
Gracias a este método ancestral, hoy La Geria es el origen de algunos de los vinos más emblemáticos de Canarias, reconocidos dentro y fuera de España. El jurado resaltó la capacidad de esta comarca para mantenerse como paisaje productivo, vivo y sostenible, al tiempo que constituye un símbolo estético y cultural que representa a Lanzarote en el mundo.
Además del premio al Cabildo de Lanzarote, esta edición de Endecan distingue otras iniciativas en ámbitos como biodiversidad, solidaridad, deporte, talento científico o igualdad, reconociendo el trabajo transformador de instituciones y personas en toda Canarias.
Para Lanzarote, el galardón supone un nuevo impulso a la protección y puesta en valor de La Geria, reafirmando que preservar la tradición agrícola es también una apuesta por el futuro, el turismo sostenible y la identidad de la isla.
