Dos de cada cinco jóvenes españolas sienten que su madre les odia

Según los datos del Centro E-motivity, especializado en la metodología de tratamiento y terapias para personas altamente sensibles, en España 2 de cada 5 hijas sienten que sus madres proyectan en ellas un sentimiento negativo de odio, rivalidad o falta de estima.

Según explican desde E-Motivity, existen situaciones reales de madres que sienten un nivel elevado de envidia y odio por sus hijas y acaban por  anularlas o querer hacerlas una copia de ellas: “Si yo no pude, tu tampoco vas a poder”. 

Ariadna Babarro, directora y terapeuta de E-Motivity trabaja todas las semanas  con casos relacionados y explica “Es una de las situaciones más dolorosas que existen y te pueden llenar de inseguridad de por vida. Sobre todo si existe negación, es decir, la madre niega que esto ocurra y el maltrato emocional es sutil y encubierto durante años”. Así mismo el resto de la familia o los demás allegados se niegan a reconocer el maltrato y delegan en la hija la responsabilidad de este trato con excusas como “Si cambiaras esto”, “si hicieras esto otro …”, “bueno, es tu madre … “.

Existen situaciones en las que llega el momento de la normalización de este odio. Las hijas tienden a normalizar este tipo de relación y la asimilan como algo lógico, cosa que no es. Hijas que siguen con su madre porque acaban cediendo pero que desearían ver lejos.

Ariadna Babarro trata estos casos y explica que “Cuando se dan estas situaciones es necesario que las hijas se den cuenta de que su madre le mira sin verla. Los padres que tratan así a sus hijos depositan sobre ellos lo que no soportan de si mismos, depositan sobre ellos sus luchas internas”.

Duración

Según los expertos, este tipo de relación entre madre e hija se puede extender desde el nacimiento hasta la edad adulta sin que haya ningún cambio, a menudo incluso va a peor.

Las madres en esta situación tienden a echar la culpa a sus hijas por no ser como ella espera que seas. Pero cuando le preguntas abiertamente “¿Qué debo hacer?”, no te dice nada concreto, ofrecen respuestas vagas que no se sabe entender, con lo que “obliga” a estar pendiente de sus reacciones y acomodarte a ellas”, explica la Directora de E-Motivity.

Se trata de un tema tabú que en la sociedad está muy arraigado y no se comparte. Las hijas que lo sufren en la mayoría de los casos no lo reconocen como un maltrato y cuesta reconocer esta situación. Se siente avergonzada y anda por la vida con graves problemas de inseguridad, culpa y baja autoestima. ¿Quién admite gustosamente que está siendo maltratada por su propia madre?, señalan.

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